Siempre escribo que me gusta quedarme agazapada entre las palabras que me guardo para mi.
Hoy no va a ser menos.
Seguimos tapando las heridas con arena de playa, sí, esa que hace castillos de los que se derrumban. Tiene que poder hacerse algo más.
No se me ha olvidado la promesa de hace un año; si me cuentas tus sueños no permitiré que los exilies al olvido.
Rompe puertas, abre las ventanas y que se vaya de tu alma de una vez ese olor a cerrado; yo no voy a soltarte la mano, los lazos de sangre no son los únicos que nos unen niña.
Que cerquita está, voy tachando en negro los días grises sonriendo ante los marcados con círculos en rojo...
Naufragando entre canciones, tan habituadas a desnudarme, que no puedo considerarlas insensibles ante el frio que se cuela por la ventana.
Hoy no va a ser menos.
Seguimos tapando las heridas con arena de playa, sí, esa que hace castillos de los que se derrumban. Tiene que poder hacerse algo más.
No se me ha olvidado la promesa de hace un año; si me cuentas tus sueños no permitiré que los exilies al olvido.
Rompe puertas, abre las ventanas y que se vaya de tu alma de una vez ese olor a cerrado; yo no voy a soltarte la mano, los lazos de sangre no son los únicos que nos unen niña.
Que cerquita está, voy tachando en negro los días grises sonriendo ante los marcados con círculos en rojo...
Naufragando entre canciones, tan habituadas a desnudarme, que no puedo considerarlas insensibles ante el frio que se cuela por la ventana.