Ya no puedes reconocerme.
No podrías aunque quisieras.
No después de haber estado tan lejos...
Quisiera tener la capacidad de ser brutalmente honesta para poder mentir sobre lo igual que me dan algunas cosas y un par de personas.
Pero no es así, y el protocolo de lo absurdo se sigue imponiendo. Estoy hasta las narices de las casualidades y los cubatas de garrafón.
He dicho.
Pero no es así, y el protocolo de lo absurdo se sigue imponiendo. Estoy hasta las narices de las casualidades y los cubatas de garrafón.
He dicho.