" (...) estaba a apenas tres metros de mí cuando levantó la cabeza y me vio. Su rostro se iluminó, como si alguien hubiera encendido una vela en su interior que la hiciera resplandecer. Corrió hacia mi, cubriendo la distancia que nos separaba con tres atolondrados pasos.
Por un instante, pareció que fuera a echarse en mis brazos, pero en el último momento se paró y miró a las personas que estaban sentadas alrededor de nosotros. En el espacio de medio paso, transformó su alegre carrerilla en un comedido saludo. Lo hizo con elegancia, pero aún así tuvo que apoyar una mano en mi pecho para estabilizarse, para no caer sobre mí debido a su repentina parada.
Entonces me sonrió. Era una sonrisa dulce, cariñosa y tímida, como una flor que se abre. Era cordial. sincera y ligeramente turbada. Cuando me sonrió, sentí.....(...)"
(El Nombre del Viento)
1 comentario:
siempre en el mismo lugar,
siempre igual pero diferente.
enhorabuena por no cansarte.
Publicar un comentario