"Cómo pude olvidar que tu presencia da, lo que al cerezo trae la primavera"
Otra vez. Sabor a mañana, con madrugada y sueños de salitre. Ganas inmensas de pisar la orilla de la calma.
Que cerca está.
Ismael Serrano nos deja regalos en el contestador y la miel en los labios:
"Éramos tan jóvenes que dolía casi todo;
Madrid, su puerto de mar, el rumor de sus olas
Como una yedra el tiempo gateaba silencioso.
Como acercarme a ti sin parecer un idiota (...)
Éramos tan jóvenes que todo nos nombraba:
versos de Benedetti, cada amante en su perjurio,
todo barco que encallaba en el banco de tu plaza
Julie Deply y Ethan Hawke borrachos junto al Danubio(...)"
No ha sonado aún en ningún sitio y ya sé que me va a gustar.
A pesar de no ser de su misma generación, él sabe como hacerlo, convierte su adolescencia en la nuestra mientras habla de Benedetti y Nirvana, de Jesse y Celine, de dar versos como se da el amor cuando no sabes lo que te va a doler, y lo que duele después, de cocinar spaguettis para dos cuando los padres se van, de Sabina y los asientos de atrás del coche...
...De cuando demasiado nunca es suficiente y la magia es tan real como la realidad mágica.
Ahora te reirás, porque sabes demasiado bien de lo que hablo.
Como he dicho varias veces, estoy hecha de carne y de intuiciones. Respiro música y poesía y me encantan las canciones que cuentan historias o se convierten en personas.
Hoy me levanto como una niña que espera el mes de abril como si fuera navidad. Estoy sorprendentemente feliz y la mejor explicación que puedo darte es "Porque sí".
Quiero que disfrutes de esta mañana de sol conmigo así que voy a regalarte casi cinco minutos de fotos de esa niña, también simplemente porque sí, tal vez porque "es un destino al que siempre me apetece regresar".
Aquí.
Aquí.
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