"Desde que duermes junto a mí mi dormitorio da de frente a mar abierto"
Hoy me he despertado con ganas de desayunarte mil veces.
Darnos los buenos días a destiempo y jugar a volver a la cama después del café.
Aunque hace ya tiempo que no necesito cafeína para despertarme con ganas de todo.
Porque 3 días pueden parecer tres meses y no ser una exageración, sino un "te quiero, aquí, ahora."
Y que las comas estén donde tienen que estar.
"¿Sabes eso de abrazar a alguien
y sentir
que el entrelazamiento es perfecto?"
Hoy me he despertado con ganas de contarte algo:
Esta es una historia que empieza como los cuentos: "Érase una vez...." en Martes, con los últimos restos del invierno derritiéndose ante el calor de las palabras, la curiosidad ganando por goleada a miedo e indiferencia y la primavera expectante para revolucionar un corazón que empezaba a sentirse prefabricado.
Es una historia de adultos que sienten como niños. Una historia de estrellas del rock que no van en limusinas sino en autobuses, pero que regalan canciones que hacen temblar los cimientos de las construcciones más sólidas.
Es una historia de submarinos y sirenas. Una historia de aquellos que llevan un oleaje tan grande en las venas que no hay silencio capaz de contenerlo. Una historia de aceras y de orillas. De playas y de asfalto. De bancos y colchones. Una historia de caricias con y sin las manos.
Una historia que de momento sólo es prólogo, porque se escribe a diario.
Una historia que va a la velocidad idónea: la que marcan las ganas que van a la par.
Una historia de personas que hacen historia.
-Hola, soy eMe y te vengo a cuidar.
Y cuidar no es domesticar. Cuidar es aprenderse, acoplarse y aceptarse mutuamente.
Cuidar no es cegarse. Cuidar es abrir bien los ojos y también es escuchar.
Cuidar no es espantar tus fantasmas. Cuidar es ayudarte a sacarlos y ya luego verás tu que hacer con ellos.
Cuidar no es prometer futuros felices y seguros. Cuidar es compartir el presente imprevisible y dar licencia para soñar.
Cuidar no es sobreproteger. Cuidar es andar al mismo paso y darte la mano y abrazarte si te caes.
Cuidar, en definitiva, es dar la cara, calarse hasta los huesos y exprimir el alma.
Y a eso he venido.
Porque verás, ya sé que quiero ser de mayor:
Hoy, nosotros.-
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