Hoy quiero hablaros de ELLA.
ELLA, que cumple años hoy, es la otra sirena de este mar, que apareció una tarde con sus piernas largas, larguísimas y su sonrisa roja de película, con un corazón aun más rojo. Que me dio la mano un día indeterminado hace mas de 13 años y todavía hoy, con miles de kilómetros de por medio, me la sigue dando. Nunca nos hemos soltado.
ELLA es la mejor amiga morena que necesita toda rubia. Es la persona que mejor me conoce.
ELLA, que hace que las millas y los kilómetros se esfumen en cuestión de segundos simplemente compartiendo un cigarrillo, ya sea en un banco de la Alameda o a través de la pantalla de un ordenador.
ELLA, que me enseñó muchas, muchísimas cosas, siendo una de las más importantes lo que es una amistad verdadera: con toda su complicidad, sus risas, sus momentos compartidos...que me enseñó lo que es poder pensar en voz alta con alguien y ser yo misma hasta cuando yo misma no me he gustado nada. Y entenderme, abrazarme, apoyarme y consolarme.
También que los verdaderos amigos no siempre se dan la razón, y a veces, tienen que enfadarse para poder entenderse. Lo que duele eso.Y la felicidad inmensa que te hace hasta llorar cuando todo acaba y a la vez vuelve a empezar en un abrazo.
ELLA nunca ha dejado de creer en mi, de luchar por mi, y yo apostaría más que mi alma por ella.
Porque ELLA no es sólo una de esas personas que se convierten en familia sin llegar a serlo.
ELLA es mi familia, es la hermana que elegí y a su vez me eligió en esta vida.
Es por ELLA por quien tiemblan las aceras. Pisa fuerte por la vida y tiene la rebeldía de las aves migratorias que van en dirección contraria a la bandada.
También la misma fragilidad.
ELLA cogió su maleta y sus tacones un invierno y se fue a crear un futuro más habitable. A llevar todo el sol y el calor del sur al cielo gris de Londres. Desde aquí puedo verla, iluminando las calles y disipando la niebla por donde quiera que pasa.
No intentéis pararla, no podéis. ELLA ha venido a este mundo a comérselo y estoy más que convencida de que lo conseguirá. Ya lo hace cada día: superando cualquier obstáculo, rompiendo todos los muros y pasando todas las pruebas que le pone la vida. Siempre con la cabeza bien alta, siempre mirando hacia delante.
Hoy quiero sentarme con ella en la orilla de la calma a compartir toalla y cigarro, a seguir luchando por un futuro mientras el sol se pone tras nuestro faro. Como hemos hecho tantas veces. Como seguiremos haciendo. Porque esta amistad no depende de cosas como el espacio o el tiempo.
Hoy le regalo palabras a ELLA, que eres TÚ, para que viajen en forma de abrazo infinito hasta tu isla.
Para que sientas que estoy alli, que sigo dándote la mano. Siempre.
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